No era un día más. Era el día D y la hora H. La fiesta del judo nacional. El campeonato de España Absoluto de Cáceres. Y Judo Fontenebro escribió el capítulo más brillante de su historia… hasta ahora. Porque a pesar de las tres medallas y el quinto puesto, quiere más. Queremos más. Esto es solo el principio.

Por Carlos Aguilar, que se colgó la plata e hizo una competición espectacular. Octavos, cuartos y semifinal. Todo por ippon. Judo en estado puro. Por Sofía Hogrefe, que eliminó a todas las favoritas en un día en el que parecía tocada por una varita. Oro y Campeona de España. Sin palabras. Por Marina Fernández, que lleva tres metales absolutos a sus 23 años y que llegaba tras una lesión. Una semana y media desde su recuperación. Estaba tocada. Da igual. Bronce.

Por todos aquellos que hacen posible que la familia de Judo Fontenebro sea la familia más feliz de la Sierra, de Madrid y de España. Que me perdone el resto. Por los saltos de José Manuel cuando Carlitos pasó a la final sabiendo todo lo que ha pasado ese chico hasta llegar ahí. Por el abrazo entre maestro y alumna cuando Sofi ganó el oro. ¿Para qué palabras? Por el sabor agridulce del bronce de Marina. Si no estás del todo contenta con un tercer puesto en un campeonato de España es que algo estás haciendo bien.

Por lo que se vive cada día en el tatami de un pequeño pueblo de la Sierra de Madrid, porque somos un grupo increíble y por la comilona que nos vamos a meter celebrándolo. El sábado 22 de diciembre quedará para siempre. Es el inicio de algo grande. La confirmación de una frase que dijo una vez un hombre engominado y que hizo suyo un rubio de Moralzarzal: «Si se cree y se trabaja, se puede».

Pincha en la imagen para ver las imágenes con las que Mario Wensell ha inmortalizado este gran día.